Europa Latina
“Por una Europa fiel a sus raíces, solidaria en su diversidad, humanista en su vocación.”
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Preámbulo
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Nosotros, pueblos de cultura latina, herederos de una civilización bimilenaria nacida en las orillas del Mediterráneo, afirmamos la necesidad de una Unión de Naciones Latinas de Europa, fundada en vínculos históricos, culturales y espirituales profundos.
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Frente a una globalización homogeneizante y una Europa tecnocrática a veces desconectada de sus pueblos, queremos despertar una conciencia común, fraternal, solidaria y arraigada.
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Artículo 1 – Una fraternidad cultural e histórica
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Francia, Italia, España, Portugal, Rumanía y los demás pueblos de latinidad comparten:
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una lengua nacida del latín,
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una tradición jurídica fundada en el derecho romano,
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un imaginario moldeado por la cristiandad latina y el crisol mediterráneo,
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un apego a valores fuertes: el gusto por lo bello, la convivialidad, la familia,
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y una concepción profundamente humana de la sociedad y del progreso.
Esta fraternidad no es cosa del pasado: es viva, actual, y puede sustentar un proyecto común.
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Artículo 2 – Un pilar mediterráneo y meridional de Europa
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La Unión latina no se construye contra Europa, sino dentro de ella, como un eje civilizacional complementario a otras identidades europeas.
Se propone reequilibrar una construcción europea a menudo dominada por visiones nórdicas, individualistas o tecnocráticas, inyectando una visión más comunitaria, social, cultural y humana.
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Artículo 3 – Objetivos concretos
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La Unión de Naciones Latinas perseguirá:
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Una cooperación diplomática y política reforzada en grandes temas: inmigración, seguridad, soberanía alimentaria, relaciones con África y América Latina.
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Una unión cultural activa, promoviendo las lenguas neolatinas, los intercambios educativos, las industrias creativas y la preservación del patrimonio.
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Una política económica solidaria, adaptada a las realidades del sur europeo: apoyo a la agricultura, al turismo sostenible, a las pymes, a la artesanía y a la transición climática meridional.
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La promoción de un modelo social latino, basado en la dignidad, la solidaridad, la familia y el lugar central del ser humano.
Artículo 4 – Una identidad abierta
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Ser “latino” no excluye, sino que reúne alrededor de un sustrato vivo, acogedor y generoso. La Unión estará abierta a cualquier país o pueblo que comparta esta matriz cultural, respetando su diversidad interna. Cooperará con otros espacios civilizacionales sin dominación ni sumisión.
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Conclusión
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Frente a un mundo fracturado, a una Europa a veces olvidadiza de sus raíces, afirmamos que ha llegado el momento de que los pueblos latinos recuperen la palabra, se reúnan, y ofrezcan al siglo XXI una visión a la vez arraigada y universal.
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La Unión latina no es un retroceso: es un retorno a lo vivo, una fidelidad creativa a lo que somos, para construir lo que queremos llegar a ser.